domingo, 28 de agosto de 2011

Chet Baker: Let´s get lost

Chet Baker y Chris Isaak

Let's Get Lost' esta considerado el 'mejor documental musical' de todos los tiempos. La película estuvo nominada a un Oscar en 1988, y fue premio de la Crítica en el Festival de Venecia poco después de que su protagonista se arrojase por la ventana del hotel Prins Hendrik en Amsterdam el 13 de diciembre de 1988.

En España no se estreno hasta 20 años después cuando fue recuperada en el festival de Cannes en 2008.
Let´s get lost cuenta la historia de Chet Baker desde los ojos del prestigioso director y fotógrafo Bruce Weber. Chris Isaak aparece en el documental, mientras Chet canta Imagination:



Os dejo alguna captura de la aparición de Chris Isaak:


Chris aparece de fondo, junto a uno de los Red Hot Chilli Peppers, y me parece a mi que Bruce Weber les puso para que sus caras bonitas (ademas de guardar cierto parecido con el joven Chet) contrastaran con ese rostro ajado, que en otro tiempo fue tan guapo como ellos.

Chris habla sobre Chet Baker en una entrevista:
"Chet era alguien muy asequible, compartimos una sesión y le pedí que me firmara la partitura. Puso: 'Yeah. Chet Baker'. La gente le había olvidado, y Bruce, una de esas raras personas con oído para la música y ojo para la imagen, tuvo el buen gusto de refrescarles la memoria".

Corto y pego del 20 minutos:

Nacido en una granja de Oklahoma en 1929, escapó de dos maneras de un padre alcohólico que le maltrataba. La primera, haciendo carrera como delincuente juvenil, robando gasolina para revenderla, no sin antes inhalarla y volar. La segunda, más terminante, alistándose en el Ejército a los 16 años.

Chet Baker era un trompetista de jazz que grabó más de 100 discos y del que Marilyn Monroe decía; 'es tan guapo que duele'. Su gran afición a las drogas, al alcohol y a las mujeres le llevaron pronto a la desesperación y su afán por vivir deprisa le abrió el camino de la muerte antes de su tiempo.

Cuando cayó del tercer piso del hotel holandés (nunca llegó a determinarse si por accidente o decisión propia) estaba a diez días de cumplir 59 años. Dejó tres esposas, otros tantos hijos, cientos de amores correspondidos y muchas de las grabaciones más bellas del jazz. El New York Times publicó un obituario cruel: "Algunas veces cantaba y parece que atraía al público femenino".

Un traficante al que adeudaba dinero le partió una botella en la cara en 1966. Baker tuvo que aprender a tocar la trompeta de nuevo: con la dentadura postiza sus canciones se desvanecían aún mejor.

Le metieron en la cárcel en ambos lados del Atlántico y las brigadas de narcóticos de varios países le tenían echado el ojo. En Italia, su refugio favorito, un juez le llamó "cara de ángel, corazón de demonio" antes de condenarle.

Baker fue el único músico blanco al que apadrinó Charlie Parker. El camino desde el esplendor cool (y entonces el adjetivo significaba refinada elegancia y no, como ahora, sandez trendy) hasta el charco de sangre en la acera es narrado en el documental Let's Get Lost.

Bruce Weber (fotógrafo de estrellas y top models, se inspiró en Baker para los anuncios homoeróticos que realizó para Calvin Klein en los ochenta) estaba acabando el montaje de Let’s Get Lost cuando Chet Baker se mató en Holanda. El documental se convirtió así en un réquiem sobre el último año de vida del músico, que habla ante la cámara, con una cruda y doliente sinceridad, sobre sus grandes aficiones: la letal a las drogas, sobre todo al speedball, combinado de heroína y cocaína, y las menos peligrosas a los Alfa Romeo y las mujeres.

Weber, admirador confeso de Baker y su personalidad carismática e introvertida, frágil y altanera, pagó de su bolsillo el entierro en Los Ángeles del trompetista, que murió arruinado tras vivir a demasiada velocidad.

http://www.20minutos.es/noticia/509117/0/chet/baker/documental/


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